Puede
sorprender que un artículo lleve este título en época de un laicismo beligerante, pero quizás el hecho de que se acaben
las vacaciones, que exista una amenaza de ataque a Siria, que la economía esté por los suelos, que el Principado no recaude lo suficiente, que los
parados se aglomeren en las plazas de sus concejos en busca de una limosna o
empleo provisional, que el ruido de la
desesperación crezca o que una de las canciones más bonitas de mi juventud lleve ese nombre, puede justificar este título, y mientras la Asturias oficial y la España Oficial, miran para el otro lado…En este ambiente triste, agónico, desesperanzado provocado
por el egoísmo, la insolidaridad y
trilerismo nacional, - recuérdese que la novela picaresca nació en España en
1.554- es lógico que cobren fuerza las películas de animación ,de ciencia
ficción, las fábulas visuales e impresas, donde el protagonista es el animal de cuatro patas o de dos, doméstico
o sin domesticar. Se habla de la conflictividad del pato y el pavo, de los
galanes que rondan a la osa “Villarina” o del velatorio de una mascota en un
tanatorio de Puerto Rico o de la cacería de los mismos en los alrededores de
Gijón. Mientras el hombre mero testigo de lo que ocurre , evoca a Machado y
sabe que su destino “es andar, andar haciendo caminos ...caminante no hay camino,
sino estelas en el mar”… En esta situación de desencanto, paso previo a la exasperación,
la esperanza convertida en canción llega a mi ordenar, y todo gracias a mi
amigo Roberto que tuvo el detalle de enviarme unas canciones populares de los
años 70 y entre ella una de las preferidas por mi y que titula este escrito.
De
todos es sabido que el baile y más concretamente la canción, con sus elaboradas
letras, son un buen ejemplo sociológico
para indagar la España
cotidiana, los objetivos y proyectos de los españoles del momento. Así, hace
algún tiempo, puede contemplar en la Casa de Cultura de Lugones
una magnífica interpretación del baile “ chano”, a cargo de un grupo de
jubilados de la zona de las Babias de León, y de su muestra saqué la conclusión de como se divertían en sus años
mozos,y la consideración y respeto que tenía la mujer, que se plasmaba en multitud de detalles, como
la importancia que tienen los brazos y manos al ejecutar la pieza, pues se partía de
la valoración de la mujer como joven, moza, novia, esposa, madre, ama, señora. Hasta
el pudor se aspiraba …, y este mensaje de relevancia social de la mujer , con
cierto toque platónico, sigue siendo necesario en los tiempos que vivimos, pues
supongo que todos preferimos una Dulcinea a Aldonza Lorenzo, aunque sean el mismo
personaje …Si un baile nos lleva a estas consideraciones, que no generará una
canción que lleva como título “La mano de Díos”, escrita y popularizada por el
cantautor granadino Francisco Valenzuela Ávila, más conocido como Valen, -antes de continuar una aclaración y es
que hay más canciones que llevan este mismo título, así una escrita para
Maradona por el compositor Rodrigo, otro de José Alfredo Jiménez… entre otras- ,con un contenido que se hace muy necesario
para los tiempos que vivimos, pues quien les escribe es fiel defensor de que el
amor existe, no es mera fisiología, y cree que la única salvación y esperanza
del ser humano es el amor, el sentirse querido, sin esto, no somos nada, ni
siquiera humo …Y la letra de esta bella y desgarradora canción- es difícil
escucharla sin que lagrimeen los ojos-, basada en una historia personal de aquel
entonces y donde de manera insistente aparece la expresión “yo
vi…”, pero bien colocada y tensando gradualmente el contenido nos dice :”Yo
vi su amor cada día…yo vi su felicidad…yo
vi la mano de Dios…Yo vi que la vida es bella…Yo vi que existe el amor…”
En
la vida tenemos que buscar la utopía y luchar por ella, pues hay muchas quimeras
que se han hecho realidad, basta para
ello que creamos en nuestras posibilidades y que sepamos que el mundo no se
acaba en uno mismo, que existe el otro, el cercano, que debe ser el mejor espejo del amor de
Dios ... Y un ideal que vive y palpita
con nosotros es Cáritas, que el pasado sábado, 24 de agosto, recibió el premio
Dioniso de la Huerta
por su altruista labor, donde se reconoce la fuerza y el trabajo realizado a lo
largo de estos años, y que don Luis José de Ávila, al glosar su labor, recordó
que en palabras de su presidente Don Adolfo
Rivas Fernández, la
Organización “acompañó
en el año 2.012 a
28.061 personas, sirvió 217.175 comidas se plantea combatir el paro creando
nuevas empresas, y todo ello ha sido posible gracias a todos , pero
especialmente a sus 1.800 voluntarios. ¡Enhorabuena por tan merecido premio!. Y
nosotros hagamos nuestro el lema de Valdesoto de “Todos juntos podemos” y , añado, “debemos” combatir el
desánimo, el pesimismo, aunque seamos “vasallos” sin “señor”.
No me duelen prendar confesaros que aún tengo
un sueño y no es otro que ver una Asturias mejor y satisfecha de sí misma. Depende
de nosotros.
José Antonio
Noval Cueto.
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