Hoy,
16 de Julio, cuando los marineros y Armada celebran su patrona, La Virgen del Carmen, me pongo
a escribir estas letras recordando que el próximo 18 de agosto celebraremos en
tierra adentro, en Traspando (Siero), nuestras Fiestas del Carmen.
Ha
pasado un año y nuevamente los vecinos pasearemos en andas por el centro del
pueblo la imagen de Nuestra Patrona para
venerarla, hablarle y pedirle protección, que bien necesitamos de ella ¿Por
dónde ha pasado un año? En aquel entonces recordaba que había que
celebrar la fiesta como se merecía, ya que era y es un rasgo de identidad de
toda persona nacida o vinculada a Traspando, y que el objetivo era y no debe
ser otro que un pretexto para el encuentro, la conversación, el compromiso, la defensa de un pueblo, de
unos orígenes. Durante estos 365 días hemos tenido noticias que nos han dado
luz, que nos han hecho pensar y que incluso han abierto nuevas esperanzas, que
es el alimento imprescindible del ser humano para sortear los peligros de la
vida. En este tiempo los medios de comunicación nos han dicho que el consumo de
cemento cae a su nivel más bajo en casi medio siglo, que el consumo de TV ha
aumentado un 11,5% desde el 2.008, que el tráfico de la Autopista del Huerna ha
disminuido casi un 20%, que la osa “Jimena” muere tras ser sedada para
devolverla a los montes de León, que Félix Blaumgartner ha completado sano y
salvo su salto desde la estratosfera , o sea de más de 39.000 metros de
altura, o recientemente que David Villa “El guaje”, uno de los ingredientes
imprescindibles de la “marca Asturias” inicia una nueva andadura en el Atlético
de Madrid…y podría citar muchas noticias más que tienen su carga simbólica y
que quizás nos sirvan para reflexionar y buscar el camino que nos devuelva a la
buena ruta, la del bienestar , la del auténtico progreso, que debe basarse
siempre en la dignidad del ser humano y que empieza por tener confianza en
nosotros mismos, en nuestras posibilidades, que milagros “haberlos, haylos”,
pero todos tienen como base el trabajo, el esfuerzo, la constancia. Al hilo de
esta reflexión me viene a la cabeza una experiencia que viví el año pasado, con
motivo de las Fiestas del Carmen 2.012, y fue la utilidad moral que supuso para mi
visitar la Exposición
fotográfica sobre espacios y personas de Traspando, preparada concienzudamente
por Toni y Emilio. Después de ver el video en dos ocasiones e inspeccionar las
fotografías colgadas en el salón de la escuela, me vino a la cabeza una idea
muy sencilla, muy básica, y es que la vida es breve, etérea, se nos pasa en un
abrir y cerrar de ojos, que somos como las olas del mar que tan pronto mueren
en la orilla, aparecen nuevas olas que cubren y tapan las anteriores, pero con
la diferencia que las viejas olas, las anteriores generaciones, son las que forman
y crean las nuevas olas, las actuales generaciones, y que el progreso y
comodidad que vivimos hasta ahora es o ha sido consecuencia de las generaciones
que nos han precedido, que si por algo se han caracterizado es por su espíritu
de renuncia y entrega en favor de sus descendientes, de sus hijos, con la sana
intención de legarles un futuro mejor. Una vez más se descubre y demuestra que
“más vale el buen nombre que las muchas riquezas” y esto se ratificaba con los
comentarios que los presentes hacían al ver a un vecino o familiar fallecido
entre las imágenes que se proyectaban. Y
ahora que tanto se habla de la necesidad de educación en valores, la mejor carta de presentación que tenemos los
que ahora navegamos por la madurez no es
otra que el ejemplo de abnegación de nuestros mayores. ¡Ojala puedan decir lo
mismo de nosotros!
No
quiero concluir mi escrito sin desear de todo corazón a los vecinos de
Traspando que disfrutéis de unos días de alegría y descanso, que bien merecidos
los tenéis, así como querer que el sentido común se asiente en la vida
española y que David Villa culmine su carrera deportiva de manera exitosa, pues
se lo merece.
¡Que paséis unas Felices
Fiestas del Carmen 2.013!
José
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