jueves, 1 de agosto de 2013

Poesía, canto y danza en L’Acebera.



No  pudo despedirse mejor el mes de julio, pues dada la luz y temperatura que tuvimos durante todo el día, nos hacía presagiar que el espectáculo nocturno en los jardines de La finca de L’Acebera o finca de Santa Bárbara iba a colmar las expectativas del público,y así fue, pues no es frecuente reunir en un entorno natural, con una temperatura agradable y con una sonoridad excelente ,un espectáculo que combine poesía,-en manos de excelentes recitadores como  Joaquín de la Buelga,  Felipe Prieto, Cristina Rudolph-, canción interpretada por cantantes de la calidad y experiencia de  Laina Cores,  Cristina Rudolph y  Jordi Hernández, y danza bajo la responsabilidad de la coreógrafa  Sandra Risueño y con la colaboración de bailarinas como Raquel Ordás, Verónica Alonso, Raquel Carnero. Todo el espectáculo estuvo acompañado por la experta guitarrista Mar Alonso.

Durante la casi hora y media del espectáculo nada se dejó en manos de la improvisación, todo estaba medido, desde las recitaciones, canciones y danzas, hasta la misma selección de los poemas y canciones, que llevaban a los presentes a evadirse, a soñar, y con una temática común que no era otro que el “amor” dejarse llevar por “La Caravana del Verso” y su “Directo de Amor”.

Toda la función se dividía en 8 apartados o canciones, donde cada canción, a veces acompañada de guitarra y danza, iba seguida de dos recitaciones poéticas, excepto la canción última titulada “De Noche”, que fue acompañada de  dos canciones, originales y muy sentidas. El cuidado del detalle llegó hasta el extremo que se empezó la actuación con poesía de Alfonso Camín y se terminó con una bella canción amorosa asturiana que enlazaba dos Polas, la de Laviana y la de Siero.

En L’Acebera hemos oído el verso desgarrado de un Blas de Otero, de un Mario Benedetti, de Juan Ramón Jiménez, de Angel González, de Luis Cernuda y del inolvidable Pablo Neruda y su famoso “Poema XX”, entre otros muchos poetas, pero para bordar lo sublime faltaba el remate de unos versos desgarrados y sinceros de un aspirante a poeta  y excelente novelista, escritos antes de morir, Camilo José Cela, y que llevan por título “Casi Cien Acrósticos”. ¡No hay palabras para expresar lo vivido! Las recitaciones han sido excelentes.

Pero como decía, no faltó detalle, y buen aprueba de ello lo tenemos en las canciones y el contenido de las mismas. Ayer, sentí la impresión de retroceder a mis años estudiantiles y tararear canciones y letras que vienen muy bien para los tiempos que vivimos, donde parece impera el todo vale, donde parece que el hombre es una mera mercancía, un mero objeto cada vez más pobre, indefenso y despreciado, pero ayer, tanto las interpretaciones de Laina Cores, Jordi Hernández, como las de Cristina Rudolph, han cargado la noche de autenticidad, de conciencia, de la que tan necesitados estamos ahora,  con títulos como “Yo seré tu compañero” “Que no somos iguales” “Yolanda” entre otras, y si esto no era bastante, la mayoría de las canciones tuvieron el arrope de unas danzas, donde cada movimiento, cada gesto, iba acorde con la música y su letra, y donde la acústica de este improvisado recinto natural nos hizo pensar que estábamos en el mismo Café de Chinitas, pues el zapateado era uniforme, sonoro , recio, y el oficio de todas las bailarinas demostrado, y como viene siendo habitual, la interpretación que ha hecho Sandra Risueño de la conocida canción de Chavela Vargas y letra de Alfonso Camín, “Macorina”, magistral, y eso que estábamos empezando la función. No hay duda que la plasticidad de la danza y el entorno natural azuza la expresividad, emoción.

Ayer nada más llegar a los Jardines L’Acebera, antes de empezar el espectáculo, me trasladé de manera fantástica, imaginativa, a
otros jardines de España, los de Sabatini, de Aranjuez, del Generalife, del Real Alcázar, de Lazárraga, pues la naturaleza exuberante, sabia, prudente, nos arropaba, nos absorbía, nos embrujaba, y todo ello antes de la que la magia de la palabra, del canto y la danza se adueñaran del recinto.

¡Enhorabuena a todos y en especial a los que me habéis permitido vivir horas que se han convertido minutos y vivencias que no tienen parangón!  ¡Ha sido una noche mágica!


                               José Antonio Noval Cueto.


PD. Enhorabuena a todos los integrantes de “La Caravana del Verso” y mi más sincero agradecimiento por su defensa y difusión de la poesía. ¿Qué sería del Mundo sin la Literatura? ¿Quién agitaría las conciencias?  "Yo seré tu compañero para el sueño y la poesía, lo que llaman utopía"

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