miércoles, 22 de marzo de 2017

“España y el porcentaje…”


Hace unos días los encausados del Palau confesaron que el porcentaje les había permitido pagar bodas  y quedar a bien con sus hijas, a otros les ha permitido degustar de la exquisita gastronomía, catar buenos vinos – hay facturas de vino que superan las sabrosas viandas –vestuario de temporada, viajar e incluso cambiar de coche si se tercia... No hay duda que la práctica del porcentaje se ha extendido a todas las capas de la sociedad y que incluso la misma Administración no se ha visto libre de esas prácticas y para ello ha ideado la parcelación de  obras y contratos,  los concursos  sin publicidad y ejemplos de ellos abundan, cuando no bajas temerarias que exigen aumentos de obra injustificados.

En épocas donde no se diálogo y en las que  el móvil se ha convertido en compañero y confidente inseparable ,  un día sí y otro también  se publican  estudios sociológicos sobre pautas de conducta,  los estilos de vida, intención de voto, intereses colectivos…y eso que todos sabemos  que hay tantas realidades como personas,  pues a unos le gustan los toros, a otros  el pote, el cachopo, la fabada, los bolos, el esquí o la náutica…. En esta época de prisas y aplausos los  medios usan  los porcentajes, el tanto por ciento, con intención didáctica, como alarmas, como avisos,  ya que su brevedad  facilita el recuerdo y la reacción buscada, y más desde que el huracán llamado “Crisis”, con orígenes a últimos de 2007,  ha generado los daños y desastres que todos conocemos y que se resume así:   “En 2007 la Deuda Pública española no llegaba al 36% del PIB; hoy, inicios del 2017, está llegando al 100%”. Ahora que se están preparando los Presupuestos del 2017 no viene mal recordar algunos porcentajes que ayudan a comprender mejor la coyuntura en que nos encontramos, donde a día de hoy se dedica  un 53,5 %  a gasto social, que en euros son 188.130,09 millones de euros;  un 38,5 %  a pensiones, que son 135.448,93 millones de euros; un 9,5%  a los intereses que genera nuestra Deuda Pública que suman un total de 33.490 millones de euros;  un 5.6% al pago de los parados que son 19.820 millones euros, y un 1,6% de momento, mientras Trump no nos apriete , al gasto de Defensa, que suman 5.734 millones euros. Lamentable e incomprensiblemente la partida dedica a Justicia es el 0’4%, con 1.603 millones de euros, y en Investigación y Ciencia el 1’6%, o 5.793 millones de euros. Esta es la situación actual y ustedes juzgarán. 

Últimamente parece que España mejora, que  se reduce el paro y los titulares de prensa lo reflejan así: “ El año 2016 concluye con el mayor descenso de paro de la historia” o “2016: Año histórico para el empleo”, y eso que  aún hay dos lecciones importantes pendientes:   precariedad y bajos salarios. Todos conocemos verdaderos abusos que omito citar.  De seguir así nuestros hijos serán más pobres, vivirán peor y con una Deuda pública que les ahoga, y es que de momento los mayores, incluidos los gobiernos,  la única solución que hemos encontrado para vivir es acudir al crédito que pagarán las generaciones venideras–véase importe de la Deuda Pública a principios del 2017- .  Uno de los argumentos que justifica esa bonanza, entre otros,  es que ha aumentado  el reciclaje de basura,  que hay más consumo, y esto me lleva a recordar una experiencia vivida hace algunos años una agradable noche de agosto  cuando le pregunté a un operario del servicio de recogida de basura, cuando todavía se hacía  por medio  de bolsas o  cubos :

-         ¿Cómo va la noche? ¿Ahora que estamos en verano habrá  menos bolsas?
-         José Antonio – me dijo - las mismas. Nadie marcha  de vacaciones, ni a casa de los “güelos”.

En ese momento las ciudades del centro y sur de España estaban teniendo unas disminuciones en basura importantes,  de más del 6%, que traducido en toneladas sumaban muchas, y evidenciaban una desaceleración económica. Nosotros, en Siero, manteníamos el tipo.  Hoy parece que se ha invertido la tendencia y hemos de congratularnos , pero aún me falta un dato  y éste no es otra que conocer el porcentaje o consumo de cemento – supongo que todos intuyen porque acudo a ese dato-  y a ello vamos y aquí, amigos,  viene la sorpresa, el desajuste quizás esperado, pero no tanto, y es que si en 2008, cuando empezaba la crisis con más virulencia y disminuía el consumo de cemento un 23,5%, en España se consumía 43 millones de toneladas de cemento; hoy sabemos que en 2016, se ha consumido un 3,1 % menos que en 2015, y el volumen total de toneladas de cemento fue de  11.140. 639   . Los números cantan y poco más puedo añadir, que no sea cautela, precaución.

 No son lo mío ni los números, ni los porcentajes,  aunque ha quedado en evidencia  la polivalencia de su uso, ya como fuente de ingresos, ya como método pedagógica, y es esta aplicación quien nos ha proporcionado estas cifras tan ilustrativas que ayudan a comprender  el delicado momento que nos toca vivir, y que nos recuerda que si hay quien quiere gobernar gracias a los 140 caracteres de Twitter, nosotros, más clásicos y tozudos, debemos usar la receta que siempre ha dado resultado y que no es otra que la del sentido común, rigor y trabajo. Con estos ingredientes en la mochila no hay morlaco que resista.
                                                


                                         José Antonio Noval Cueto.

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