En este clima general de desencanto y recesión, de
recortes, de paro, de inseguridad y de desencuentros personales, las palabras
esperanza, optimismo, solidaridad, futuro… están desapareciendo de nuestra vida
diaria. Un día sí y otro también nos
despertamos con noticias preocupantes, así desde hace unas fechas, la prensa nos
dice que:” La
Seguridad Social registró un déficit de 995 millones de euros
en el año 2.011” ;
“el paro juvenil ya supera el 52%” “el
déficit de la tarifa eléctrica anual supera los 25.000 millones de euros” y en Asturias
ya se habla de casi 100.000 parados y
más de 40.000 familias con todos sus integrantes sin empleo...” o que “el
déficit español, o desfase entre los ingresos previstos y los gastos realizados
en el año 2.011, ascendía, según Rajoy, a 90.000 millones de euros”. Los números
cantan y ninguna fuerza política ha negado el dato, tan frío y trágico para
todos, y menos ofrecido alguna alternativa o estrategia para pagar lo gastado ¿Y
qué hacemos mientras tanto? Nada, dejar que el tiempo pase, contemplar como los
jóvenes preparan su maleta y observar apáticamente como nos convertimos en un
autonomía vieja, donde la ilusión se cercena y donde, cada poco, aparecen las
sombras del pasado cainita en la acción política, pero, mientras tanto, más
desencanto, más frustración, más miseria…¿Qué hemos hecho de nuestros jóvenes?...¿en qué ha
quedado su proverbial rebeldía? Pues en un
en un mero sentido utilitario de la vida , pues por renunciar , han rehusado incluso
de la “utopía”, el factor que estimula y mueve a los pueblos. El sentido de
conquista, de empresa, de reto, ha desaparecido y todo queda en mera
subsistencia, en vejez prematura…¿Quiénes son los culpables de este timo
colectivo que nos ha quitado la ilusión de pensar, de soñar, que nos ha
despojado la capacidad de lucha, de superación? ¿Quiénes son los responsables
que España tenga una deuda pública y privada que asciende al 92,1% del PIB? Los
reos somos todos, aunque unos en mayor medida que otros, - no es lo mismo tener
el timón del Estado ocho años que ocho meses- pues todos nos hemos creído nuestras propias
mentiras, todos nos hemos dejado
seducir, a sabiendas, por los encantos del poder, y todos hemos tenido la mala suerte de
abastecernos de una prensa de alfombra, que halagaba nuestras fantasías,
endulzaba la boca y tergiversaba la
realidad. Eran los tiempos de la “Champions League”. ¿Qué hemos hecho por el futuro? ¡Nada! Sólo nos importaba el presente y éste
fue nuestro mayor defecto.¡El que
venga detrás- decían algunos- que arree! ¿Somos conscientes que hemos
cercenado el futuro de varias generaciones de jóvenes? ¿Quién se ha preocupado por la Investigación o por
la llamada “economía del conocimiento”? Nadie ¿Cuántas patentes de
investigación tiene España?…Nuestras preocupaciones eran más etéreas, más festivas,
o sea parques, polideportivos, piscinas climatizadas, aeropuertos, alumbrados
fantasma, circuitos, cruceros, conciertos…
A pesar de la queja que destilan estas letras, ayer,
cuando circulaba por la autopista Oviedo-Santander, me encontré, ¡Bendita
ilusión!, en uno de los abundante puentes que la atraviesan, con unas letras
grandes y rojas, con trazo de adolescente, que resaltaban dentro de la aspereza
de hormigón , y que decían: SARA, TE AMO”…Palabras que me hicieron reconocer la
nobleza de unos sentimientos y la fuerza de los jóvenes cuando es debidamente
canalizada hacia el bien, ¿pues que sería de una sociedad donde el sentimiento
no estuviera presente? ¿Qué será de una sociedad donde el concepto “persona “
no cotiza? Ahora se comprueba el objetivo intencionado y fraudulento que
determinados poderes públicos diseñaron antaño para ganarse a nuestros jóvenes
bajo el lema de “trabaja, consume, calla…”, con la vana pretensión de crear una
juventud acrítica e inhumana.
Ayer he visto un “brote verde” y os lo quiero
comunicar, NUESTROS JOVENES, y pido a los poderes públicos que los cuiden, que
los motiven, que los protejan…pues SU FUTURO, ES EL NUESTRO. Recientemente Su
Majestad el Rey tuvo la valentía y la humildad de pedir perdón por su exótica cacería. No estaría mal que todos asumiéramos
nuestros errores y pidiéramos perdón siempre que en nuestra actividad
profesional no hayamos estado a la altura de lo que se espera de nosotros. Y no
viene mal recordar que es nuestra SOCIEDAD, o sea todos, la única responsable de los políticos que
tiene.
Muchos recuerdos, José Antonio, por los años que trabajamos juntos en los robles. Ya veo tus variadas actividades y el interés de tus reflexiones. ¡Un gran abrazo!
ResponderEliminarA pesar del tiempo pasado, casi tres años, hoy contesto a tus bellas y sentidas palabras. Siempre es agradable tener noticias de las personas que aprecias. Perdona mi tardanza en contestarte, pero soy y sigo siendo un neófito en este mundo de las redes sociales. Hoy repasando los artículos archivados en mi "Blog" me encontre con tu mensaje. ¡Muchas gracias!. A pesar de los años sigo opertivo, me gusta escribir y tengo la oportunidad qeu cada quince días más o menos me publican un artículo y me encanta. Últimamente estoy leyendo mucha poesía, lamento no haber empezado antes, pues ayuda mucho para hacer buena prosa y comunicar mejor. Bueno. Lo dicho, Ya sabes donde me tienes. ¡Un fuerte abrazo!
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